Nuestro aceite de coco es extraído a través de técnicas de prensado en frío, manteniendo de esta forma, su alto contenido de nutrientes. La pulpa del coco es prensada manualmente, extrayendo de esta forma el aceite. Este proceso es respetuoso con el medio ambiente y permite que se conserven los nutrientes. No se realiza ni el refinado ni blanqueado ni desodorizado, sino sólo el filtrado para liberar el aceite de restos de pulpa y humedad. Tampoco se adicionan aditivos químicos, para que las propiedades del aceite de coco se mantengan. Posteriormente se envasa en recipientes de cristal después del prensado en frío y del filtrado.

La dosis adecuada de aceite de coco, trae muchos beneficios para la salud. Contiene una alta concentración ácido caprílico, láurico y cáprico. El ácido láurico ayuda a mejorar el sistema inmune, ya que tiene propiedades antibacterianas, antivirales, antifúngicas y antiparasíticas. Mejora la circulación, debido a que elimina la grasa y el colesterol malo, la sangre circula mejor y favorece la salud de los órganos que interactúan en el sistema circulatorio.

Hay opiniones divididas sobre los efectos del aceite de coco, especialmente porque es una grasa saturada, y las grasas saturadas, tienden a aumentar el colesterol “malo” cuando el consumo es excesivo, por eso, es necesario aclarar algunos conceptos.

En nuestro cuerpo, existen dos tipos de colesterol, “el colesterol bueno” (HDL) y el “colesterol malo” (LDL). Ambos son lípidos (grasas), pero de diferente densidad, el malo es de baja densidad y el bueno de alta densidad.

El colesterol “malo”, lleva el colesterol a las células que lo necesitan, pero el colesterol no utilizado por las células se acumula dentro de las paredes de las arterias, obstruyéndolas, generando ataques cardiacos y otras enfermedades relacionadas. El colesterol “bueno” lleva el colesterol de vuelta al hígado, donde finalmente es eliminado del organismo como producto de desecho.

¿El aceite de coco, al ser una grasa saturada, es malo para la salud?. Para responder esta pregunta, hay que comprender qué es una grasa saturada. Las grasas saturadas, pueden ser de origen animal o vegetal y se caracterizan por permanecer sólidas al encontrarse en temperatura ambiente (al menos en la mayoría de los casos). Pero esta condición, es natural, es decir, no requieren procesos químicos para esa transformación.

El aceite de coco, es una grasa saturada vegetal que, a temperatura ambiente o a temperaturas menores a 24ºC es sólida y a temperaturas mayores, se vuelve líquida. A diferencia de las grasas saturadas animales, su composición química es una molécula de cadena corta de carbono, hidrogeno y oxígeno, mientras que las grasas de origen animal, son de cadena larga.

¿Por qué es importante saber esto? Porque la metabolización de las grasas del aceite de coco en nuestro cuerpo, es diferente a la metabolización de las grasas animales. Este se absorbe sin degradarse ni reagruparse, el cuerpo las utiliza directamente para producir energía, mientras que las grasas animales, primero se degradan, transformando los triglicéridos en ácidos grasos, y al final, las que no han sido consumidas, se vuelven a reagrupar en forma de triglicéridos para almacenarse.

Entonces, volvemos a la pregunta inicial ¿El aceite de coco, al ser una grasa saturada, es malo para la salud? La respuesta es NO, pero hay que cuidar la dosis de consumo, ya que todo en exceso hace daño. El aceite de coco, es beneficioso para el cuerpo no solo a través de la alimentación, sino también a través de la piel, porque es espectacular para hidratar la piel y el cabello.

Y otro beneficio que tiene, es que soporta altas temperaturas sin cambiar su estructura, por ello, es ideal para frituras y para postres, porque puede reemplazar la mantequilla, haciéndolos mas saludables.

¡Anímense a consumirlo!

Referencias
https://www.bbc.com/mundo/noticias-42621168
https://www.dietistasnutricionistas.es/aceite-de-coco/
https://oushia.com/propiedades-del-aceite-de-coco-2/