El aceite está presente en nuestra cocina, desde frituras hasta ensaladas, es un producto básico en todas nuestras comidas. Hay una gran variedad de aceites y la mayoría, son aceites industrializados, es decir, que han pasado por refinamientos en los que se han utilizado productos químicos derivados del petróleo.

Extra virgen

Y es mejor para nuestra salud, consumir un aceite natural, como el aceite de oliva extra virgen. Nuestro maravilloso aceite, es obtenido del fruto del olivo, es decir, de las aceitunas. El proceso artesanal, permite que mantenga todas sus propiedades.

¿Y cómo es este proceso? Una vez recolectadas las mejores aceitunas de la cosecha, se presiona entera (fruto y semilla), en una prensa manual. Este prensado, se realiza a una temperatura máxima de 24°, para que el aceite no pierda sus propiedades, obteniendo un nivel de acidez menor al 0.4%

El nivel de acidez, esta referido a la cantidad de ácidos grasos que se encuentran libres dentro del aceite. La aceituna contiene triglicéridos, que son 3 ácidos grasos que se unen por una molécula, el glicerol. La unión de los 3 ácidos con el glicerol puede romperse fácilmente ante cualquier estímulo que afecte al fruto. Ante esto, el glicerol podría desaparecer y dejar a los 3 ácidos grasos al descubierto, lo que provoca una degradación del aceite. Es por esto que el prensado en frío que se realiza para obtener el aceite, debe darse a la temperatura indicada y con el mayor cuidado posible. Cuanto más ácido sea el aceite peor será la calidad de este y viceversa, cuanto menor sea la acidez del aceite, mejor será. El nivel de acidez, es un indicador de calidad del aceite de oliva.

Las normas indican que para que un aceite sea considerado extra virgen, debe tener un porcentaje igual o menor al 0.8%, como se habrán dado cuenta, la calidad de nuestro aceite es excelente, dado que cuidamos el proceso para que el nivel de acidez sea menor al 0.4% o se mantenga.

El aceite de oliva extra virgen, es rico en antioxidantes y otros nutrientes esenciales que pueden ayudar a reforzar la actividad del sistema inmunitario. Por otro lado, su consumo en ayunas, es perfecto para el aparato digestivo y el hígado, ya que reduce la acidez gástrica, formando una película en la pared gástrica, favorece el tránsito intestinal, mejora la absorción de nutrientes, sobre todo calcio, magnesio, zinc y vitaminas del grupo B, optimiza el trabajo del hígado, la vesícula biliar y el páncreas.

Por esta razón, debe consumirse crudo, en ensaladas, preparando una mayonesa de coliflor (una de nuestras cremas preferidas y saludables) o en aderezos que no impliquen calentarlo.

Virgen

Al igual que el aceite de oliva extra virgen, nuestro aceite de oliva virgen ha sido obtenido a través de técnicas artesanales de prensado en frío, resultando un aceite de alta calidad con una acidez menor a 1%.

Para los aceites de oliva virgen la norma indica que el nivel de acidez permitido es el de 2%. Nosotros buscamos tener un aceite de calidad, aun cuando por alguna razón durante el proceso de recolección o prensado, haya habido algún inconveniente por el que el nivel de acidez haya aumentado. Sin embargo, buscamos no exceder el 1%. En ese sentido, nuestro aceite de oliva mantiene las mismas propiedades que el extra virgen.

Gracias a sus compuestos antioxidantes, el aceite de oliva resiste más ciclos de fritura que otros aceites. Dado que el nivel de acidez del aceite virgen es mayor que el del extra virgen, recomendamos su uso en frituras o repostería, o en comidas que impliquen calentar el aceite.

¡Aprovecha al máximo este tesoro del olivo!.