El nombre panela viene del acto de panificar el jugo de caña, deshidratándolo y solidificándolo en paneles rectangulares o moldes de diferentes formas. Tiene diversos nombres y en nuestro Perú se le conoce como “chancaca”, aunque esta ha sido producida en moldes de diversas formas.
Nuestra panela, es obtenida a partir del jugo de caña, la cual es procesada a través de técnicas ancestrales, sin ningún tipo de proceso químico ni de refinamiento. La caña de azúcar se corta y se muele para la obtención del jugo de caña de azúcar. Una vez extraído, filtrado y decantado el jugo, se somete a un proceso térmico por el cual va perdiendo agua por evaporación hasta el punto óptimo, momento en el cual tiene una textura melosa y se deja enfriar, batiéndolo hasta que se solidifica en pequeños granos de panela.
Al no haber pasado por ningún tipo de refinamiento, mantiene todas sus propiedades, ofreciendo un gran aporte de nutrientes ya que contiene vitaminas como B, A, C, D y E
La panela también suma un interesante aporte mineral, ya que 100 gramos contienen 81 miligramos (mg) de magnesio, 80 mg de calcio, 68 mg de fósforo o 12 mg de hierro, además de cantidades menores de potasio, manganeso, zinc, cobre, flúor y selenio.
El azúcar está en nuestra dieta diaria, nos endulza la vida, está en nuestras bebidas, postres, comidas. El problema es que el tipo de azúcar que comúnmente consumimos, trae consecuencias a largo plazo en nuestra salud y también el consumo excesivo de la misma. Por ello es mejor sustituir la azúcar refinada, por la panela.
Tengamos en cuenta que, aunque la panela es natural, su consumo en exceso también puede ser dañina, debido a la acidez que genera en nuestro cuerpo, por lo tanto hay que consumirla moderadamente